Cómo hacer jabón de Castilla con aceite de oliva y sosa: historia, receta y variaciones

Vamos a empezar la sección de recetas de jabones con una receta de jabón corporal con historia. El jabón de Castilla comenzó a elaborarse en España en el siglo XV siendo exportado a numerosas regiones tanto de Europa como de América durante la Edad Moderna y posteriores. La peculiaridad del jabón de Castilla es que está hecho con aceite de oliva como única grasa.

Contenidos de la entrada:

• 1.¿Qué es el jabón de Castilla?
• 2.Ingredientes para elaborar jabón de Castilla
• 3.Pasos para hacer jabón de Castilla
• 4.Fórmula del jabón de Castilla
• 5.Variaciones del jabón de Castilla
• 6.Consejos y recomendaciones

1.¿Qué es el jabón de Castilla?

Antiguamente se conocía al jabón de Castilla como Sapo hispaniensis (jabón hispánico) o Sapo castilliensis (jabón castellano) debido a sus orígenes. Cabe decir, como curiosidad, que en las antiguas farmacias los boticarios lo prescribían para la cura de algunas enfermedades y no solo para mantener la higiene mediante su uso tópico. En algunos libros antiguos reeditados existen referencias a usos internos para combatir enfermedades del sistema digestivo,  o incluso, como depurador del organismo (hay que decir que la glicerina a día de hoy aún se usa como laxante), así que no es de extrañar el uso rústico/extravagante que se le daba también a los jabones de tocador.

Para hacer jabón necesitamos una grasa y un alcali disuelto en agua (u otro líquido) para conseguir la emulsión saponificada; en el jabón de Castilla la grasa estaba compuesta en su totalidad por aceite de oliva, debido a la gran cantidad de olivos que había en el reino de Castilla en aquella época.

Así venía envuelto antiguamente el jabón de tocador

Tradicionalmente para saponificar el aceite de oliva se empleaban las cenizas de plantas de cuya combustión se obtenía carbonato de sodio. Las hojas de los vegetales usados para estos fines pertenecen al género botánico de las Salicornias, plantas suculentas halófitas (que toleran las sales) que se pueden encontrar en costas, playas o marismas.

La barrilla era una de las opciones usadas para obtener el carbonato. Esta planta crece sobre todo en las Islas Canarias y se comenzó a plantar con fines lucrativos en la costa de Levante y La Mancha en el siglo XVIII utilizándose además de para la industria cosmética, para la fabricación de vidrio.

Tras la correcta combustión de estos vegetales, ejecutada por maestros barrilleros, se obtenía la piedra de la barrilla o el mazacote, con el que, tras su disolución en agua, se obtenía la deseada lejía utilizada para la obtención de tan preciados jabones de tocador. Como curiosidad comentar que la piedra de la barrilla también se exportaba a lo largo y ancho de toda Europa para la fabricación de otros jabones, como el de Marsella. Cabe mencionar también, que no solo se obtenía lejía de la combustión de la barrilla y otras salicornias, las cenizas de la combustión de maderas de árboles (se cita el haya en algunos libros) también eran empleadas por los pueblos Celtas para estos menesteres, incluso se llego a elaborar la disolución de lejía con una mezcla de huesos o pepitas de frutas ricas en potasio en algunas zonas de Italia.

En la actualidad para saponificar la grasa se utiliza Sosa cáustica (Hidróxido de sodio) que se obtiene de forma artificial mediante procesos industriales, resultando así el proceso más barato, rápido y limpio. Además, este es un método al alcance de todos si seguimos unas simples instrucciones y precauciones.

Antes de pasar al siguiente punto decir que en Aragón preparan este jabón con aceite de oliva usado para lavar la ropa y lo llaman jabón de tajo (gracias a Noelia Lomba Arbos del grupo de artesanos del Facebook por el chivatazo). En mi casa también reciclo el aceite usado para hacer pastillas de jabón para lavar la ropa, os dejo las instrucciones en este artículo antiguo: Como hacer jabón para ropa en pastilla con aceite de oliva reciclado.

2.Ingredientes para elaborar jabón de Castilla

Ya había hablado de las bondades de los jabones hechos con aceite de oliva (ver entrada aquí), unos están hechos con aceite de oliva virgen, otros con aceite refinado y otros con orujo de oliva, en su momento, no me atreví a comentar nada, pues no había pasado el tiempo necesario y no tenía el conocimiento suficiente, pero ahora después de unos cuantos kilos de jabón puedo hablar desde mi experiencia y decir que, aunque me han gustado todos, encuentro más práctico realizar los jabones de Castilla con aceite de oliva refinado. Esto se debe sobre todo a la economía, ya que al final el jabón sirve casi exclusivamente para enjabonarnos y darnos un baño agradable, y muchas veces no permanece sobre la piel el tiempo suficiente como para poder aprovechar todas las propiedades de los aceites que usamos para su elaboración.

Botella de aceite de oliva listo para usar

Como comentaba hace un momento, se puede preparar el jabón con aceite de oliva refinado (mi recomendación principal), con aceite de oliva virgen y con aceite de orujo de oliva. Para cualquiera de las opciones que elijas tienes que tener en cuenta el indice de saponificación de la grasa, que para el aceite de oliva es de 0,137 para la Sosa (NaOH) y de 0,192 para la Potasa (KOH). La potasa se usa para hacer jabones en pasta o geles, pero de eso ya hablaremos en otro momento...

3. Fórmula del jabón de Castilla

Sabiendo los índices de saponificación tan solo tenemos que calcular la cantidad de sosa necesaria dependiendo de los gramos de aceite que vayamos a usar en la receta de la siguiente manera:

Si vamos a usar 1 kg de aceite de Oliva tenemos que multiplicar esos 1000 gramos por 0,137, que es el índice de saponificación del aceite, obteniendo como resultado (este es fácil): 137 g de sosa por cada 1000 g de aceite de oliva en cualquiera de sus variantes.

Las medidas y los cálculos es mejor hacerlos siempre en gramos, así no tendremos problemas a la hora de entender las recetas.

Haciéndolo de esta manera conseguiremos que todo el aceite de la fórmula se convierta en jabón, aunque lo más habitual, cuando hacemos un jabón corporal, es dejar un porcentaje de aceite "suelto" en el jabón, para así reforzar las propiedades emolientes. Se suele dejar un 8% de aceite sin saponificar, este aceite que queda sin saponificar en el mundo de la jabonería lo llaman sobreengrasado del jabón y lo podemos calcular de dos formas:

La primera, sería añadir un 8% extra sobre el peso del aceite de la fórmula en la traza del jabón, en este caso, el 8% de 1000 serán 80 gramos. Quedando la formula de la siguiente manera:

• 1000 g de aceite de oliva
• 137 g de sosa
• 330 g de agua
• 80 g de aceite de oliva (en la traza)

La segunda se obtiene restando ese 8% a la cantidad de sosa (en este caso 137 g) que se debería poner para saponificar todo el aceite. El 8% de 137 son 11 gramos, por lo que para dejar un sobreengrasado positivo del 8% en la fórmula del jabón de Castilla debemos usar 126 g de sosa, quedando la fórmula del jabón de la siguiente manera:

• 1000 g de aceite de oliva (en cualquiera de sus variantes)
• 126 g de sosa
• 330 g de agua

El agua, o el líquido que vayamos a usar, lo calculamos teniendo en cuenta el peso de aceites y grasas de la fórmula, en nuestro caso 1000g de aceite de oliva y usando un tercio del peso del mismo, unos 330 gramos.

Existe una tercera opción, que no había mencionado anteriormente porque creo que es interesante saber el porqué de lo que hacemos, aunque hay que decir que este tercer método es mucho más cómodo y rápido que los anteriores. De esta manera solo hay que insertar los ingredientes en la calculadora de Mendrulandia (ver enlace aquí) y utilizar las medidas que ella nos da, fácil y cómodo si dispones de Internet en todo momento.

Si quieres calcular fórmulas o adaptar formulas a cantidades concretas de ingredientes os recomiendo este enlace antiguo del blog: Cómo calcular porcentajes de recetas cosméticas.

4.Pasos para hacer jabón de Castilla

Lo primero antes de hacer jabón en casa es conocer las medidas de seguridad necesarias que se deben tomar para evitar males mayores, así que os dejo un enlace a una antigua entrada del blog: Medidas de seguridad y precauciones a la hora de hacer jabón casero. También es conveniente que tengamos una idea de las herramientas y útiles necesarios, así que os dejo otra entrada antigua que también es muy recomendable repasar antes de ponernos por la labor de jabonear: Herramientas necesarias para la preparación del jabón. 

Pasos a seguir a la hora de hacer jabón de Castilla:

1. Prepara todos los materiales, incluyendo los destinados a la seguridad (el vinagre, la mascarilla, los guantes, etc.).
2. Prepara el molde, si es de madera forra el interior.
3. Ponte las gafas, guantes y la bata antes de comenzar.
4. Pesa la sosa en un recipiente de plástico o cristal. Déjala en un lugar seguro.
5. Pesa el agua en un recipiente plástico o de cristal amplio para revolver con comodidad.
6. Echa la sosa sobre el agua poco a poco mientras remueves con la espátula.
7. Una vez disuelta la sosa en el agua reserva la disolución. 
8. Mientras tanto, pon el recipiente con la mezcla de sosa en un lugar apartado donde nadie (incluida tu misma) pueda tropezar con el.
9. Mientras se enfría la sosa pesa y calienta suavemente el aceite, algo menos de 50º.
10. Espera a que la temperatura del aceites y el agua esté a unos 45º. Paciencia.
11. Una vez alcanzada la temperatura deseada vierte la disolución de sosa sobre el aceite removiendo despacito a mano con la espátula.
12. Intercala la espátula con la batidora eléctrica a velocidad suave.
13. Sigue intercalando el remover a mano con la batidora eléctrica, puedes ir subiendo la velocidad de la batidora de forma gradual, pero cuidado con introducir burbujas de aire en el jabón, la batidora debe estar siempre por debajo de la mezcla.
14. Cuando la mezcla se espese, si ya hemos obtenido la traza, debes evitar seguir usando la batidora.
15. Termina de remover a mano para añadir los aditivos: sobreengrasado, aceites esenciales, micas, arcillas, etc..
16. Vierte el jabón en el molde.
17. Decora al gusto.
18. Tápalo con papel de film y envuélvelo con una manta para que no pierda el calor. Si vives en un lugar con temperatura cálida este ultimo paso no será necesario, lo mismo decir para el verano, pues si el jabón coge más temperatura de la indispensable se agrietará dando lugar a un acabado feo que tendrás que retocar.

5.Variaciones del jabón de Castilla

Las variaciones del jabón de Castilla son ilimitadas, ya que no solo se pueden variar los tipos de aceite de oliva, usando aceite refinado, virgen u orujo, si no que estos aceites pueden estar macerados con plantas que aporten propiedades a los mismos, por ejemplo eucalipto (con efecto antimicrobiano), manzanilla (para reducir inflamaciones), caléndula (para reparar la piel), etc. 

Por otro lado el líquido de la receta (comúnmente agua) también puede ser sustituido en parte o en su totalidad por infusiones de plantas o por otros líquidos como leche, cerveza, gel de aloe... Dependiendo siempre del uso que queramos darle al jabón.

Además de estos cambios también se pueden añadir ingredientes extra para darle nuestro toque personal y obtener el jabón ideal para nuestra piel añadiendo por ejemplo arcillas (para pieles muy grasas), cacao puro (refuerzan el efecto emoliente), azufre precipitado (para combatir el acné) y un largo etcétera de ingredientes que harán único a nuestro jabón, sin olvidarnos de las micas, que aportarán color y alegría a los jabones ni de los aceites esenciales, que deberán estar seleccionados con sabiduría para así aportar las cualidades necesarias a cada tanda de jabón elaborada.

6.Consejos y recomendaciones

• Si nunca has hecho jabón antes empieza con esta receta usando aceite refinado de oliva, además de que te saldrá más barato en caso de desastre, es más sencillo conseguir la traza con este tipo de aceite y es más difícil que las pastillas se estropeen con el tiempo.
• No es necesario que añadas aditivos, un jabón bien hecho solo de aceite tiene un olor estupendo y cumple con su cometido de limpieza al 100%
• Lo mínimo que se debe dejar un jabón curando son cuatro semanas aunque es mejor dejarlo durante dos meses. Pero si lo que quieres es obtener un jabón de excelente calidad ten paciencia y espera más, tanto el aspecto como la espuma resultante merecerán la pena y comenzarás a preparar los jabones con mayor antelación.
• Puedes colorear el jabón con ingredientes naturales como algas en polvo, arcillas, cacao puro en polvo... Además de dar un toque de color, estos ingredientes aportarán interesantes propiedades al jabón. Te dejo un artículo (en constante actualización) en el que puedes ver algunas ideas de las que puedes disponer en tu cocina: Colorantes naturales para jabones de sosa.
• Si vas a usar aceites infusionados cuélalos bien con una malla de tela o papel para que no queden restos de poso en el jabón, de lo contrario podría ayudar al enranciamiento de este con mayor rapidez. Puedes ver un tutorial para preparar aceite macerado en este enlace: Cómo preparar oleato de romero.
• Usa siempre una sosa de calidad con el mayor indice de pureza posible. A mi me gusta mucho la marca PQS, ya que nos asegura una pureza del 100%. A veces queremos ahorrar y terminamos gastando el doble y haciendo el trabajo dos veces.
• Si tienes alguna duda déjame un comentario o escríbeme al correo y te atenderé encantada.
• Si estas interesada en un curso de jabones te recuerdo que soy de Asturias (España) y que dentro de poco volveré a hacer cursos presenciales de jabones de saponificacion en frío para uso cosmético.

Si quieres saber más...

Rtve - A la carta: Nicolás Leblanc, el malogrado inventor de la sosa artificial
Revista Digital Universitaria: La química del jabón y algunas aplicaciones
¿Que es el aceite de orujo de oliva?
Mendrulandia: foro de jabonería on-line
Revisión bibliográfica sobre jabones - Intramed

Fuentes:

Mi curso de jabones artesanales

Wikipedia

El Libro de Jabones - Leda Abud

Fuerteventuraenimagenes.com

Bellezapura.com