Es posible hacer jabón con diferentes tipos de grasa, y la grasa animal no es una excepción. Aunque hoy en día se usa menos, el sebo de vaca tiene propiedades muy interesantes: aporta dureza a la pastilla, una espuma cremosa y un aroma dulzón que a mí personalmente me encanta. Me recuerda al jabón de cuando éramos pequeños, a esas pastillas grandes y de color marrón que tenían nuestras abuelas y que se usaban tanto para bañarnos a nosotros como para lavar la ropa, ese olor de toda la vida que te hace volver de nuevo al hogar.

Por desgracia el sebo de vaca es una grasa que ha quedado relegada al olvido, y es una pena, porque con ella se pueden hacer jabones estupendos, tanto cosméticos como domésticos. Además, ese aroma característico que deja en el jabón —similar al del Chimbo o Lagarto— es para mí un regalo extra. Esta receta es una de mis favoritas, aunque lleva su tiempo. Lo más laborioso es preparar el sebo, pero el proceso tiene su encanto, y puede convertirse en una actividad divertida incluso para hacer con niños. Prepararlo en casa nos permite colar algo de ciencia y despertar el espíritu curioso de los más pequeños (y de los más grandes). Hace algún tiempo (han pasado 10 años ya!) publiqué una entrada para aprender a preparar el sebo de vaca para hacer jabón.
Las propiedades del sebo son muy parecidas a las de la manteca de cacao: ambos aportan dureza, cremosidad y un olor inigualable. Cuando uso sebo o manteca de cacao, no suelo añadir aceites esenciales, porque el aroma natural del jabón ya es delicioso por sí solo.
Los jabones elaborados con sebo de vaca son duros, de color claro y muy duraderos. Se pueden combinar con aceite de oliva —como en la receta de hoy— o con otras grasas vegetales, según lo que necesitemos o tengamos en casa.
Efectos del sebo de vaca en el jabón:
- Endurece la pastilla
- Consigue una limpieza óptima
- Forma una espuma ligera, resbaladiza y abundante
- Aumenta la vida útil del jabón
- Acelera la traza
Receta para fabricar un kilo de jabón de aceite de oliva y sebo de vaca
- 277g de sebo de vaca limpio
- 415 g de aceite de oliva virgen extra
- 218g de agua
- 89 g de sosa caustica
Preparativos antes de elaborar nuestro jabón
Después deja preparado lo siguiente:
Antes de empezar, asegúrate de tener todo a mano. No hay nada peor que estar con la traza en marcha y darte cuenta de que te falta algo. Créeme, lo he vivido
Elaboración de la mezcla
Mezclado y batido
Agregar aditivos y enmoldar
Variantes creativas para personalizar tu jabón
- Infusiones en lugar de agua: té verde, manzanilla, lavanda, romero, caléndula...
- Leches frescas o vegetales: La leche de cabra suaviza y nutre, mientras que las leches vegetales como avena o almendra aportan cremosidad y delicadeza.
- Las infusiones y las leches vegetales o frescas hay que congelarlas para que no alcancen una temperatura muy alta a la hora de mezclar con la sosa y así evitar que se degraden sus activos.
- Gel de Aloe vera
- Oleatos en vez de aceites básicos: Sustituye parte o la totalidad del aceite por oleatos caseros (como el de romero, hipérico o lavanda) para potenciar los efectos del jabón. En esta entrada antigua explico como preparar un oleato de romero.
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