¿Qué es un ungüento? ¿Para que se utiliza?
Hay muchas formas de aprovechar las propiedades de las plantas medicinales, podemos usarlas en infusión, decocciones, cataplasmas, enjuagues, gárgaras, licores, bálsamos... Pero hoy hablaremos de los ungüentos, con más popularidad en la antigüedad que a día de hoy, eran soluciones semi-sólidas que se utilizaban para aplicar los principios activos de forma tópica sobre la piel.
Podemos encontrar pruebas del uso de ungüentos en el antiguo Egipto, ya que su cultura daba mucha importancia a la belleza, la higiene o la medicina y los ungüentos no podían faltar, bien fueran en forma de cremas o de fórmulas reparadoras.
Todo el pueblo, fuera cual fuera su nivel económico, tenía acceso a las semillas de alholva, de las que se sacaba un aceite que se usaba como mascarilla facial anti-arrugas o para eliminar las pecas.
Las mujeres pudientes usaban otro tipo de ungüentos más complejos, entre ellos se tiene constancia de una crema compuesta de bilis de buey y huevos de avestruz. Otra receta anti-edad se basaba en mezclar resina de terebínto, cera de abeja, behen fresco, aceite de alholva y hierbas de Chipre, que trituraban y dejaban macerar.
Cleopatra se untaba mascarillas hechas a base de oro en polvo que aportaban luminosidad al rostro.
Además se usaban los ungüentos como perfumes, se fabricaban a base de mirra, estoraque y del benjuí, del incienso, betún de Judea, resinas de trementina y otros extractos de origen vegetal, que mezclaban con vino de palma, pulpas de frutas, aceite de nardo, de sésamo o de almendras para suavizar los intensos aromas. Estos perfumes no son como los que conocemos en la actualidad, pero fueron el comienzo de un arte que poco a poco se ha ido perfeccionando con el paso del tiempo.
Además las esencias con poder antiséptico se utilizaban para embalsamar. Por lo que eran anhelados por toda la población, y los que trabajaban en esta profesión se sometían a intensos registros y controles antes de salir y entrar al trabajo. Egipto fue el primer exportador de artículos de perfumería.
La composición de los ungüentos varía dependiendo de la aplicación que estos tengan o del lugar en el que se hayan realizado, aunque a día de hoy el mercado global nos da la posibilidad de disponer de todo tipo de ingredientes de cualquier lugar del mundo.
Los ungüentos sirven para aplicar los ingredientes activos de las plantas directamente sobre la piel y tratar diversos problemas, como psoriasis, escamaciones, hongos, etc. Aunque también pueden ser usados, como hacían en el antiguo Egipto, para mantener la piel hidratada, o como parte de un tratamiento de belleza.
En la actualidad los preparados comerciales se componen de hidrocarburos o parafinas derivadas del petróleo, pero en casa los podemos preparar con aceites puros, ceras, lanolina, sebo, manteca de cacao u otros aceites "sólidos".
La base comercial más conocida es la vaselina (Paraffinum liquidum) y la base casera más utilizada, suele ser una mezcla de aceite/s con un porcentaje del 10 al 15% de cera de abeja, a porcentajes más altos el preparado presentará aspecto sólido, tipo a una barra de labios. Podemos aumentar la proporción de cera cuando vayamos a trabajar ungüentos destinados a las épocas más calurosas del año y rebajar el porcentaje de cera para ungüentos cuyo uso esté pensado para el invierno.
Los ungüentos forman una barrera protectora sobre la piel que mantiene la humedad, por lo que ayudan a mantener la piel hidratada, además los principios activos de estos se van absorbiendo de manera gradual, permitiendo unos tratamientos más eficaces. Además están recomendados para aplicar sobre zonas con la piel dura, como los talones, codos, rodillas, zonas con callos... Son muy útiles también para aplicar principios activos en zonas en las que existan descamaciones, costras, piel agrietada, psoriasis...
La composición de los ungüentos puede ser de lo más variada, desde ungüentos para ayudar a descongestionar las vías respiratorias, como el conocido vicks vaporub, hasta ungüentos oculares antimicrobianos. También podemos hacer ungüentos macerando diferentes tipos de plantas medicinales (manzanilla, caléndula, harpagofito, etc.) en aceites y así aprovechar sus propiedades. También podemos usar otro tipo de aditivos para nuestros ungüentos como propóleo, alcanfor, mentol, y otro tipo de sustancias liposolubles.
Por último decir que la cera de abeja, manteca de cacao, coco y algunos aceites de primera presión que se usan para la fabricación casera de ungüentos son comedogénicos, por lo que debemos de aplicarlos con sabiduría y evitar aplicar en zonas grasas o problemáticas de la piel. Si quieres saber más sobre este tema te invito a que revises los enlaces finales.
Envases de vidrio para perfumes, bálsamos y ungüentos, foto de Giovanni Dall'Orto.
Un poco de historia sobre el uso de los ungüentos
Podemos encontrar pruebas del uso de ungüentos en el antiguo Egipto, ya que su cultura daba mucha importancia a la belleza, la higiene o la medicina y los ungüentos no podían faltar, bien fueran en forma de cremas o de fórmulas reparadoras.
Todo el pueblo, fuera cual fuera su nivel económico, tenía acceso a las semillas de alholva, de las que se sacaba un aceite que se usaba como mascarilla facial anti-arrugas o para eliminar las pecas.
Las mujeres pudientes usaban otro tipo de ungüentos más complejos, entre ellos se tiene constancia de una crema compuesta de bilis de buey y huevos de avestruz. Otra receta anti-edad se basaba en mezclar resina de terebínto, cera de abeja, behen fresco, aceite de alholva y hierbas de Chipre, que trituraban y dejaban macerar.
Cleopatra se untaba mascarillas hechas a base de oro en polvo que aportaban luminosidad al rostro.
Perfumes, ungüentos, peines, herramientas de belleza varias... ¡Antes muerta que sencilla! |
Además se usaban los ungüentos como perfumes, se fabricaban a base de mirra, estoraque y del benjuí, del incienso, betún de Judea, resinas de trementina y otros extractos de origen vegetal, que mezclaban con vino de palma, pulpas de frutas, aceite de nardo, de sésamo o de almendras para suavizar los intensos aromas. Estos perfumes no son como los que conocemos en la actualidad, pero fueron el comienzo de un arte que poco a poco se ha ido perfeccionando con el paso del tiempo.
Además las esencias con poder antiséptico se utilizaban para embalsamar. Por lo que eran anhelados por toda la población, y los que trabajaban en esta profesión se sometían a intensos registros y controles antes de salir y entrar al trabajo. Egipto fue el primer exportador de artículos de perfumería.
Ungüento tradicional que se aplicaba sobre la zona a tratar en ocasiones con ayuda de un trapo. |
¿Qué es un ungüento?
Tras esta breve introducción, pasemos a explicar lo que es un ungüento.
Un ungüento es una solución pastosa compuesta al 100% por una mezcla de aceites, grasas o ambos, que pueden estar o no macerados con plantas y que se mantiene en estado semi-sólido a 25º.
La composición de los ungüentos varía dependiendo de la aplicación que estos tengan o del lugar en el que se hayan realizado, aunque a día de hoy el mercado global nos da la posibilidad de disponer de todo tipo de ingredientes de cualquier lugar del mundo.
Los ungüentos sirven para aplicar los ingredientes activos de las plantas directamente sobre la piel y tratar diversos problemas, como psoriasis, escamaciones, hongos, etc. Aunque también pueden ser usados, como hacían en el antiguo Egipto, para mantener la piel hidratada, o como parte de un tratamiento de belleza.
Ungüento con base de vaselina |
En la actualidad los preparados comerciales se componen de hidrocarburos o parafinas derivadas del petróleo, pero en casa los podemos preparar con aceites puros, ceras, lanolina, sebo, manteca de cacao u otros aceites "sólidos".
La base comercial más conocida es la vaselina (Paraffinum liquidum) y la base casera más utilizada, suele ser una mezcla de aceite/s con un porcentaje del 10 al 15% de cera de abeja, a porcentajes más altos el preparado presentará aspecto sólido, tipo a una barra de labios. Podemos aumentar la proporción de cera cuando vayamos a trabajar ungüentos destinados a las épocas más calurosas del año y rebajar el porcentaje de cera para ungüentos cuyo uso esté pensado para el invierno.
¿Para qué se utilizan los ungüentos?
Los ungüentos forman una barrera protectora sobre la piel que mantiene la humedad, por lo que ayudan a mantener la piel hidratada, además los principios activos de estos se van absorbiendo de manera gradual, permitiendo unos tratamientos más eficaces. Además están recomendados para aplicar sobre zonas con la piel dura, como los talones, codos, rodillas, zonas con callos... Son muy útiles también para aplicar principios activos en zonas en las que existan descamaciones, costras, piel agrietada, psoriasis...
Ungüento reparador y relajante para pies cansados y agrietados, ideal para aplicar en verano, cuando se resecan los talones. |
La composición de los ungüentos puede ser de lo más variada, desde ungüentos para ayudar a descongestionar las vías respiratorias, como el conocido vicks vaporub, hasta ungüentos oculares antimicrobianos. También podemos hacer ungüentos macerando diferentes tipos de plantas medicinales (manzanilla, caléndula, harpagofito, etc.) en aceites y así aprovechar sus propiedades. También podemos usar otro tipo de aditivos para nuestros ungüentos como propóleo, alcanfor, mentol, y otro tipo de sustancias liposolubles.
Por último decir que la cera de abeja, manteca de cacao, coco y algunos aceites de primera presión que se usan para la fabricación casera de ungüentos son comedogénicos, por lo que debemos de aplicarlos con sabiduría y evitar aplicar en zonas grasas o problemáticas de la piel. Si quieres saber más sobre este tema te invito a que revises los enlaces finales.
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