Cómo hacer mermelada de fresa artesanal
Estamos en temporada de fresas y este año a pesar de no tener huerto he pensado que sería una buena idea preparar unas cuantas mermeladas para disponer de ellas a lo largo del año, siempre van muy bien para preparar una tostada para el desayuno o para acompañar pasteles frescos como el de queso, además también son una buena opción a usar para preparar helado de fresa en agosto, no hay sabor que se pueda comparar al de un buen helado casero hecho a partir de una mermelada también hecha en casa.
Las mermeladas son un método de conservación estupendo para disponer de fruta de temporada durante todo el año, sobre todo si tenemos huertos o frutales, además si seguimos unos sencillos pasos podremos prepararlas en casa sin ningún temor y así también darles el toque personal de cada uno, a mi por ejemplo, me gusta que lleven poco azúcar para así poder disfrutar al máximo del sabor original de las frutas, aunque en muchos casos, tras su cocción el sabor varía, pero eso no es problema, ya que el resultado final siempre es exquisito.
Para elaborar mermelada de fresas en casa necesitaremos:
- Fresas frescas y en buen estado
- Limones
- Azúcar: de 240 a 320 gramos por cada kilo de fresas
- Tarros para conservas, si son de tapa de rosca, las tapas deben ser nuevas
- Una olla
- Una cuchara de madera para remover
- Paciencia y ganas
Cómo preparar mermelada de fresa casera:
Lo primero que haremos será darles un agua a las fresas para quitarles los posibles restos de tierra, bichejos u otras impurezas. Yo lo que hago es cerrar el tapón del fregadero y cubrir con agua, las dejo a remojo mientras voy preparando el resto de los utensilios y luego las escurro.
Ahora nos toca ir cortando en pedacitos la fruta, si hubiera alguna parte fea o golpeada la desecharemos también junto con el sombrerito verde.
Una vez limpias y troceadas las pondremos en una olla junto al zumo de medio limón por cada kilo de fruta a fuego lento. Debemos estar atentos en este paso y no abandonar la cocina, ya que podría quemarse.
Poco a poco las fresas irán soltando el agua y perdiendo consistencia. Se puede apreciar en la siguiente fotografía:
Seguiremos removiendo de vez en cuando para que toda la fruta se cocine por igual y para comprobar que no se nos ha quedado pegado en el fondo de la olla.
Mientras esto se va cocinando a fuego lento podemos ir lavando los tarros y esterilizándolos.
Cómo esterilizar tarros para conservas:
Podemos desinfectar nuestros tarros de dos formas, pero lo primero que debemos hacer es lavarlos bien con agua y jabón para quitar posibles restos de polvo u otras porquerías.
- La primera manera será introduciendo los tarros en una olla cubiertos de agua, deben quedar sumergidos de tal forma que quede una capa de agua entre la parte de arriba de los tarros y la superficie. Debemos mantener los tarros sumergidos durante 15 minutos a partir de que el agua rompa a hervir, nos ayudaremos de unas pinzas para sacar los tarros del agua sin quemarnos.
- La otra forma es meter los tarros en el microondas llenos de agua, dejamos unos centímetros libres para evitar que se nos desparrame todo el agua cuando rompa a hervir, el problema aquí es que no sabremos cuando comienza, por lo que tendremos que pausar el proceso para abrir la puerta y comprobar. Una vez el agua esté en estado de ebullición pondremos el micro a máxima potencia durante 10 minutos. Mucho cuidado aquí también a la hora de sacar los tarros, no nos vayamos a quemar.
En muchos blogs se recomienda esterilizar también las tapas de los tarros, pero en mi caso lo desaconsejo, ya que las tapas tienen una goma de un solo uso que es la que hace posible el vacío y puede estar dañada de usos anteriores lo que puede traer problemas y estropear las conservas. La verdad es que por el precio que tienen las tapas, no recomiendo arriesgarse, hacer conservas es laborioso, requiere tiempo y en el caso de estar conservando los excedentes del huerto, será una verdadera pena que se nos echen a perder por no haber gastado unos céntimos en tapas nuevas.
Los tarros los pondremos a secar sobre una superficie plana, en el momento que el tarro toca el aire se supone que ya se he vuelto a contaminar, pero no os preocupéis, porque una vez llenos se pueden volver a esterilizar al baño maría. De todas maneras, si los hemos limpiado como es debido y simplemente los dejamos secar al aire los podemos rellenar con la mermelada sin peligro.
Los tarros los pondremos a secar sobre una superficie plana, en el momento que el tarro toca el aire se supone que ya se he vuelto a contaminar, pero no os preocupéis, porque una vez llenos se pueden volver a esterilizar al baño maría. De todas maneras, si los hemos limpiado como es debido y simplemente los dejamos secar al aire los podemos rellenar con la mermelada sin peligro.
Con las fresas no es posible conseguir una textura muy espesa sin añadir ningún aditivo externo como puede ser pectina extra, gelatina, goma guar o goma xantana, ya que son una de las frutas con menos contenido en pectina. A mi personalmente no me importa que quede un poco líquida, por lo que no suelo añadirle nada más.
Ahora pesaremos la cantidad de pulpa obtenida para calcular la cantidad de azúcar necesaria. En mi caso lo he dividido en dos partes: una para hacer con panela y otra para hacer con azúcar blanco refinado.
Tengo 1,5 kilos de fresas separadas en un recipiente al que añadiré la panela. Como os comentaba yo uso entre 240 y 320 gramos por cada kilo, según si las frutas son más o menos ácidas, en el caso de las fresas, al ser de por si dulces añadiré 240 gramos de panela por cada kilo de pulpa, es decir 360 gramos para el kilo y medio.
En la otra olla tengo 2,5 kilos de fresas, en esta añadiré el azúcar blanco, ya que por regla general a la gente le gusta más este tipo de azúcar y como muchas son para regalo, es mejor hacerlas al gusto de los demás. En este caso añadiré 600 gramos.
Lo siguiente que debemos hacer es poner la olla otra vez al fuego y remover bien para que se disuelva el azúcar y evitar que no se quede nada pegado, una vez la cacerola vaya tomando temperatura de nuevo evitaremos remover en exceso. Esperaremos a que rompa a hervir, en este momento daremos unas pocas vueltas con la cuchara para que toda la mezcla vaya cogiendo calor de forma homogénea, si tenemos un termómetro de cocina nos vendrá genial para saber cuando envasar las mermeladas, esperaremos a que suba por encima de los 80º.
Este es el momento de saber que tipo de textura va a tener nuestra mermelada, para ello haremos la prueba del plato: ponemos una cucharadita de mermelada en un plato y esperaremos a que se enfríe, pasamos un dedo por el medio de la mancha, si las dos mitades quedan separadas y no se vuelven a juntar la textura será la normal de una mermelada. si se juntan será una textura más fluida.
Como os comentaba más arriba es difícil obtener una buena textura utilizando solo fresas, por lo que al final las dos mitades se vuelven a unir, esto quiere decir que quedará una mermelada fluida tipo sirope. A mi no me importa que quede floja, por lo que no le agregaré nada más, si queréis que quede más espesa, ahora es el momento de añadir la gelatina, la pectina o lo que uséis para espesar.
Si no vamos a poner ningún espesante externo es hora de envasar. Para ello lo mejor es disponer de un embudo, un cucharón y los tarros ordenados para poder hacerlo todo de la forma más fluida posible.
Lo mejor en este caso es ser dos personas, así mientras una va llenando los tarros, la otra va comprobando que no queden restos en la zona de cierre y los limpiará si es necesario.
En el caso del tarro de la foto superior podemos ver como el borde donde se asienta la tapa está sucio, este debe estar bien limpio tanto por el lateral como por la superficie para asegurar que se haga el vacío correctamente. Para limpiarlo lo mejor es usar un paño bien limpio y húmedo, ya que la mermelada es muy pegajosa, una vez hayamos eliminado los restos con el paño podemos pasar un papel de cocina.
En la foto de arriba podemos ver como el borde ha quedado perfectamente limpio, ya podemos poner la tapa y cerrar, no es necesario apretar demasiado, pues podemos pasar la rosca de las tapaderas. Para obtener un vacío de una forma sencilla y rápida daremos la vuelta a los tarros y esperaremos a que se enfríen.
Cuando enfríen comprobaremos que se ha hecho el vacío gracias a que la parte central de los tarros se abomba hacia dentro, si no lo apreciamos a simple vista basta con pasar la mano por la superficie de los mismos, notaremos que hay una pequeña depresión. Si algún tarro no ha hecho el vacío podemos volver a calentar el contenido y envasarlo de nuevo siguiendo las instrucciones anteriores, el siguiente paso es poner la fecha de envasado y el contenido de los tarros para después guardarlos en un lugar alejado de la luz del sol, lo mejor es un armario o un sótano fresco y aireado.
Consejos para obtener una mermelada de fresa perfecta:
- Usar la fruta en su punto óptimo de maduración, es decir ni muy verde ni muy madura.
- Eliminar siempre las partes estropeadas.
- Si queremos que su textura sea más espesa podemos añadir gelatina o pectina, de venta en supermercados y grandes superficies, o también añadir espesantes como la goma guar o xantana, de venta en comercios especializados.
- Si no queremos usar aditivos externos podemos mezclar por cada kilo de fresas medio kilo de manzanas con piel y partes duras, así aprovecharemos la pectina de las manzanas y éstas no restarán sabor a las fresas, las manzanas son una buena opción para espesar sin variar el gusto de las mermeladas.
- Debemos estar bien atentas sobre todo al principio de la cocción para evitar que las fresas se nos peguen en la cacerola.
- Aunque las frutas son lo suficientemente ácidas por sí mismas, es recomendable añadir limón a las conservas para asegurarnos de que la bacteria del botulismo no pueda desarrollarse en las mermeladas.
- El total de azúcar de nuestra mermelada debe estar entre el 40 y el 60%, las frutas aportarán el 10% aproximadamente.
- Se puede dar un toque personal a las mermeladas añadiendo ralladura de limón o naranja.
Etiquetas de mermeladas de fresa artesanales para descargar e imprimir:
Para descargaros la imagen hacer clic en el enlace debajo de cada fotografía, no hay publicidad, solo un enlace al archivo en pdf, la imagen que veis aquí es una muestra que no tiene la calidad suficiente para quedar bien impresa.
Las primeras etiquetas de mermelada que os dejo para imprimir son redondas, ideales para poner en las tapas, tienen 5 cm de diámetro:
La segunda tanda de etiquetas para las mermeladas de fresa, están pensadas para pegar en el lateral del tarro:
Cualquiera de las dos anteriores las podéis pegar con Alkil, da muy buen resultado, además es barato y muy fácil de limpiar con solo mantener los tarros sumergidos en agua, ya que es hidrosoluble. En las dos os he puesto una zona de escritura para apuntar la fecha de envasado y si fuera necesaria alguna que otra anotación, como el tipo de azúcar.
Y por último os dejo las etiquetas para mis mermeladas artesanales de esta última temporada, quedan estupendas para regalo, se trata de unas etiquetas que van dobladas en cuyo interior podemos apuntar a mano la fecha de envasado, los ingredientes o el mensaje personalizado que nos apetezca:
Una muestra de como quedan estas últimas en la siguiente fotografía:
Para saber más:
¡Qué rica! con lo que a mí me gusta. Nosotros antes envasavamos así los tomates de la huerta.
ResponderEliminar¡Besos!
De tomates me quedan un par de tarros aún, uno de salsa sin nada especial y el otro tipo chutney y dan un juego que no veas, además que no se pueden comparar con el sabor de los comprados.
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¡Hola! Yo también prefiero las mermeladas sin añadidos para esperar y que se queden como se tengan que quedar ¡que bien buenas están! ¡y muy naturales!
ResponderEliminarMe he emocionado un montón al ver ese plato ¡mi abuela tenía una vajilla igual! ¡la de recuerdos que me ha traído!
Ya veo que has hecho un buen acopio de mermelada casera ¡aunque seguro que muchos botes regalas!
¡Besos mil!
Hola Cuca, precisamente ese plato era de mi abuelita, ella tenía una vajilla enorme, yo conservo tres platos como el de la foto, tres de postre y una ensaladera... y son los que más duran de todos los que tengo, como los vasos de cristal de duralex verde, aún conservo dos y son prácticamente irrompibles.
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¡Hola Marta!
ResponderEliminar¡Qué sorpresa tan dulce! Ya tenéis mermelada para toooooodooooooo el año y además de la rica, de la casera :D
¡Oish que bueno! Muy buen post guapa ;)
Hola Salma, si para todo el año jejeje porque siendo dos en casa... De todas maneras muchas irán regaladas, porque me encanta hacer conservas y luego toca la temporada de los nísperos, las ciruelas, los tomates... ¡Que de conservas! Solo de pensarlo me entra hambre jijiji
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Qué pinta de mermelada y que etiquetas más bonitas. Tengo que prepararla. Muchos saludos, Marta.
ResponderEliminarGracias. Es una buena forma de disponer de fresas todo el año, ademas está de muerte con el pastel de queso...
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