Curso: Conservas otoñales
El domingo 17 de Noviembre asistí a un curso de conservas otoñales organizado en el Jardín Botánico de Gijón. Mis expectativas no eran ningunas, pues a veces una acude a cursos muy ilusionada y al final sale pensando que le han tomado el pelo... Pero en esta ocasión el curso supero ampliamente la media de los cursos, ya que, aunque lo encontré reducido en cuanto a duración, se me han dado una serie de pautas para elaborar conservas que desconocía y he derrumbado mitos del saber popular que me tenían dudosa en cuanto a muchas cosas sobre la elaboración y mantenimiento de las conservas.
Si te interesa saber como evitar el botulismo, entre otras cosas en las conservas caseras puedes seguir leyendo tras la foto.
Si te interesa saber como evitar el botulismo, entre otras cosas en las conservas caseras puedes seguir leyendo tras la foto.
Los higos se pueden conservar en forma de mermelada, ya que son una fruta muy delicada. |
Con el consentimiento expreso de la instructora (Paula Valero) os comparto unas pequeñas instrucciones para efectuar una buena conservación de los alimentos y poder ingerirlos más adelante sin miedo alguno disfrutando de todo su sabor y contenido casero. Os dejo también el enlace de la casa rural de Paula Valero, donde hace cursos intensivos muy interesantes y la página del Facebook, para los que podáis estar interesados:
Casa Rural La valleja - Asturias
Facebook de La Valleja
Hay un par de cosas que seguro tod@s los que hacemos conservas de forma casera en casa no utilizamos, o por lo menos yo no lo hacía, pero a partir de la próxima tanda de conservas las empezaré a usar:
Dos cosas muy útiles, la primera para evitar una bacteria llamada Clostridium botulinum, que es la causante de la enfermedad del Botulismo, y la segunda nos servirá para medir la temperatura de nuestras mermeladas antes de envasarlas en los tarros y así saber que los tarros se han cerrado de forma esterilizada y hermética.
Otras
claves importantes que tendremos que tener en cuenta a partir de
ahora son:
Hay dos tipos de tapas:
- Si las tapas no han quedado cerradas correctamente pueden darse dos problemas:
Casa Rural La valleja - Asturias
Facebook de La Valleja
Cinta medidora de pH |
Hay un par de cosas que seguro tod@s los que hacemos conservas de forma casera en casa no utilizamos, o por lo menos yo no lo hacía, pero a partir de la próxima tanda de conservas las empezaré a usar:
-
Un medidor de PH
-
Un termómetro de cocina
Dos cosas muy útiles, la primera para evitar una bacteria llamada Clostridium botulinum, que es la causante de la enfermedad del Botulismo, y la segunda nos servirá para medir la temperatura de nuestras mermeladas antes de envasarlas en los tarros y así saber que los tarros se han cerrado de forma esterilizada y hermética.
Clostridium botulinum
|
-
Para hacer conservas como mermeladas, salsas de tomate, frutas en
almíbar etc. debemos
trabajar siempre en línea de calor,
es decir, que no debemos dejar bajar las temperaturas en ningún
momento para así evitar la contaminación de la conserva.
-
Las tapas de los tarros solo
se deben usar una vez, da
igual que a simple vista las veamos sin desperfectos. Estas contienen
una goma de un solo uso que es lo que nos va a asegurar el cierre al
vacío. Aun así deberemos comprobar todos los tarros pasando la mano
por la superficie antes de guardar en su lugar definitivo para
comprobar que la tapa se ha hundido y que ha hecho el vacío
correctamente. Si algún tarro no está sellado podemos quitar la
tapa, ponerle una nueva y esterilizarlo otra vez con la siguiente
tanda.
Hay dos tipos de tapas:
- Tapas de pasteurización, para usar con temperaturas inferiores a 105º
- Tapas de esterilización, para temperaturas superiores
Esta es una de las formas con la que podemos conseguir el cierre hermético en las conservas. |
- Si las tapas no han quedado cerradas correctamente pueden darse dos problemas:
Aparición
de mohos, debido a la
absorción de humedad del ambiente y al incorrecto sellado del bote.
El moho también puede aparecer cuando abrimos una conserva y la
tenemos guardada durante un tiempo sin usar, no es un problema grave,
ya que podemos quitar la primera capa contaminada y utilizar el
resto.
Fermentación
de la conserva debido a la acción de las levaduras.
- Para evitar posibles problemas de Botulismo debemos seguir otras recomendaciones, pues esta bacteria se desarrolla sin oxígeno:
Trabajar
con un pH menor o igual al 4,5
o en unas temperaturas
superiores a 105º. Para
ello podemos usar la olla exprés o una olla rápida que alcanzan
dichas temperaturas. Para esterilizar una conserva correctamente con
un pH superior al 4,5 de 370 gramos deberemos mantenerla en la olla
durante 40 minutos, aumentando 10 minutos por cada 100 g adicionales.
Otra
opción será conservar las verduras o frutas en un líquido
de cobertura compuesto por vinagre y azúcar,
ya que el vinagre tiene un pH ácido.
Una
vez tenemos claros estos puntos anteriores podemos proceder a hacer
nuestras conservas. Para obtener una textura óptima de la mermelada
debemos tener en cuenta la capacidad
de gelificación, esta nos
la da la pectina. El momento
óptimo para recoger la fruta para mermelada es al principio de la
maduración.
La
pectina se encuentra sobre todo en las pieles
y partes duras de la fruta
(pepitas, huesos), así que para aprovecharla toda, lavaremos bien
las frutas y las coceremos enteras. Después dependiendo del tamaño
de las semillas las pasaremos por un tamiz o directamente por el
pasapurés. Como último paso podemos usar la batidora para que quede
una mezcla más fina.
Para
saber la cantidad de azúcar
que debemos añadir a
nuestra casi mermelada, haremos una prueba
con alcohol, ya que el
alcohol reacciona con la pectina de la misma manera que el azúcar:
se espesa. Para ello pondremos una medida de mermelada sin azúcar y
dos de alcohol sobre un platito y mezclaremos:
- Si el alcohol queda suelto hay poca pectina
- Si queda en bolitas hay una cantidad media
El
total de azúcar
de nuestra mermelada final debe estar entre el 40%
y el 60%. Debemos tener en
cuenta que las frutas ya nos aportarán un 10%. Así que para
calcular, tomaremos como medida el peso de nuestra mezcla, es decir,
si tenemos 5 kg de mezcla cocida, supondremos que esos 5 kg son el
60% del total, que deberemos completar añadiendo un 40% de azúcar.
Yo personalmente después de hacer varias pruebas, he decidido que mi medida de azúcar esta entre 240 y 320 gramos por cada kilo de fruta y me salen unas conservas buenas y no demasiado dulces, pero es así como nos gustan en casa.
Yo personalmente después de hacer varias pruebas, he decidido que mi medida de azúcar esta entre 240 y 320 gramos por cada kilo de fruta y me salen unas conservas buenas y no demasiado dulces, pero es así como nos gustan en casa.
Para
saber como quedará la textura final de nuestra mermelada podemos
hacer varias pruebas:
- Prueba del plato: echaremos mermelada en un platillo, esperamos a que esté a temperatura ambiente y pasamos el dedo por el medio. Si las dos mitades no vuelven a juntarse la textura esta correcta.
Otra de las pruebas que podemos hacer para saber si nuestra mermelada va aquedar espesa. - Podemos echar una gota en un vaso de agua: Si la gota cae entera hacia abajo tendremos una textura tipo a la del dulce, sólido a temperatura ambiente. Si cae formando bolitas tendremos una textura de mermelada. Y si la mezcla se queda flotando en la superficie todavía no está lista para envasar, a no ser que queramos una textura tipo sirope, que a veces también va bien, sobre todo para decorar.
También
podemos elaborar mermeladas con menos azúcar o con otro tipo de
endulzantes, se conservarán bien siempre y cuando el proceso de
esterilización o pasteurización de los tarros se haga
correctamente y no olvidemos añadir un agente para acidificarlas, bien sea limón o vinagre.
Una
vez añadamos el azúcar a la mezcla removeremos bien y volveremos a
poner a fuego hasta que rompa a hervir, la pectina liga con el azúcar
a 80º y crea unas uniones físicas, por lo que es mejor remover
lo mínimo para no
romperlas. Daremos dos o tres hervores y comprobaremos la temperatura
con el termómetro antes de proceder a envasar. Si los tarros son
nuevos no es necesario esterilizar
previamente, si no deben
ser hervidos totalmente cubiertos de agua durante
10 minutos a partir de que el agua rompa a hervir.
Es
muy importante no ensuciar
los laterales de los tarros,
si los manchamos deberemos limpiarlos bien para asegurar un correcto
sellado.
Una
vez llenos, cerraremos la
tapa sin forzarla y les daremos la vuelta.
Para
conservar los tarros los esterilizaremos
antes de guardar y pondremos en un
lugar oscuro y ventilado, enfriaremos las conservas mediante un
chorro de agua que no caiga directamente sobre los mismos, así
evitaremos las temperaturas en las que las conservas se podrían
contaminar.
Ahora solo nos queda disfrutar de nuestra mermelada hecha en casa. |
Si tienes alguna duda con el proceso puedes dejarme un comentario a continuación, también lo puedes hacer si conoces algún dato interesante con el que pueda completar el artículo.
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